Queso fresco

**Receta de Queso Fresco Casero**

**Ingredientes:**
– 2 litros de leche entera fresca
– 1/4 de taza de jugo de limón o vinagre blanco
– Sal al gusto (opcional)

**Instrucciones:**

**Paso 1: Preparación**
1. Lava cuidadosamente tus manos y asegúrate de que todos los utensilios que vas a utilizar estén limpios. La higiene es clave en la fabricación de queso.
2. Vierte la leche entera en una olla grande y ponla a calentar a fuego medio. Es importante no dejar que la leche hierva, simplemente caliéntala hasta que esté tibia.
**Paso 2: Cuajado**
3. Una vez que la leche esté tibia, añade el jugo de limón o el vinagre blanco. Remueve suavemente la leche mientras agregas el ácido para ayudar a que se cuaje. Verás que la leche comienza a separarse en pequeños trozos de cuajada y suero. Esto es lo que queremos.
**Paso 3: Reposo**
4. Retira la olla del fuego y deja que la leche repose durante unos 10-15 minutos. Durante este tiempo, los trozos de cuajada se separarán completamente del suero.
**Paso 4: Colado**
5. Coloca un colador grande sobre un recipiente o fregadero y cubre el colador con una gasa o tela de quesería. Vierte cuidadosamente la mezcla de leche y cuajada en el colador para separar la cuajada del suero. Deja que el suero escurra por completo, lo que puede llevar unos minutos.
**Paso 5: Moldeado**
6. Una vez que el suero haya drenado por completo, recoje los extremos de la gasa y forma un paquete con la cuajada dentro. Exprime suavemente para eliminar el exceso de suero. Luego, coloca la cuajada en un molde para queso o en un plato, y dale forma según tus preferencias. Si lo deseas, este es el momento de añadir un poco de sal al gusto para sazonar el queso.
**Paso 6: Reposo adicional**
7. Deja que el queso fresco moldeado repose a temperatura ambiente durante al menos una hora. Esto ayudará a que se compacte y adquiera una mejor textura.
**Paso 7: Refrigeración**
8. Después de que el queso haya reposado, puedes envolverlo en plástico o guardarlo en un recipiente hermético y refrigerarlo durante al menos 2 horas o hasta que esté bien frío. Esto ayudará a que el queso se endurezca un poco más y se vuelva más fácil de cortar y manipular.
¡Y eso es todo! Ahora tienes tu propio queso fresco casero listo para disfrutar. Puedes servirlo como acompañamiento en platos como tacos, ensaladas o simplemente untarlo en una rebanada de pan fresco. Este queso fresco casero es delicioso por sí solo o combinado con tus ingredientes favoritos. ¡Disfruta de tu creación!

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